Un enfoque integrador

 

El enfoque integrador es una forma de entender la terapia teniendo en cuenta a la persona en su conjunto: cuerpo, sistema nervioso, emociones, pensamientos, conducta y el entorno en el que vive. No se basa en una única corriente psicológica, sino que combina distintas herramientas y perspectivas para adaptarse a lo que cada proceso necesita en cada momento. Es como un traje a medida. 

Además este enfoque terapéutico se centra en el trauma y el apego, buscando comprender cómo las experiencias emocionales, especialmente las difíciles, impactan en el desarrollo individual. Entendemos los síntomas o reacciones emocionales como estrategias que en algún momento te ayudaron a sobrevivir. Por eso, el objetivo no es solo aliviar el malestar de forma puntual, sino acompañar a la persona a sanar desde la raíz.  Mi trabajo consiste en crear un espacio seguro y flexible en el que puedas comprender tu historia, mirando hacia dentro, y acompañarte a convertir cada herida en cicatriz.

Este modelo integrador aborda el trauma trabajando con diferentes elementos como:

Terapia EMDR, especialmente útil en trauma, bloqueos emocionales y experiencias difíciles que siguen afectándote.

Regulación emocional y reconexión con tu cuerpo, para que entiendas qué estás sintiendo, por qué y puedas gestionarlo

– Una mirada que tiene en cuenta el apego, la historia personal, el contexto, creencias irracionales, y el trabajo con las partes internas que a veces entran en conflicto.

– Sensibilidad hacia la neurodivergencia (TDAH, AACC, TEA), diferenciando lo que es rasgo natural de lo que es trauma

¿En qué puedo ayudarte?

  • A entender por qué reaccionas como reaccionas (a veces de manera “desproporcionada”)

  • A regular tus emociones sin sentir que estás “perdiendo el control”

  • A identificar y cambiar patrones que se repiten en tus relaciones

  • A dejar de exigirte tanto y empezar a tratarte con más amabilidad

  • A entender el impacto de tus experiencias pasadas en lo que hoy te duele

  • A bajar el ruido mental y reconectar contigo desde un lugar más seguro

  • A procesar experiencias difíciles (aunque no sepas si fueron “traumáticas”

  • Ansiedad

  • Autoestima y autoconcepto.

  • Patrones relacionales de dependencia.

  • Abuso sexual.

  • Ataques de pánico.

  • Eventos traumáticos.
  • Regulación emocional.

  • Infertilidad y reproducción asistida.

  • Rupturas sentimentales.
  • Autoconocimiento.

FAQs

Ansiedad, bloqueos emocionales, duelos, relaciones que duelen, momentos de cambio vital… Pero también procesos más profundos, como heridas del pasado que siguen haciendo ruido, patrones que se repiten o formas de estar en el mundo que ya no encajan contigo. La terapia no es solo para “estar mal”, también es para conocerte y estar mejor

A veces no es fácil de explicar, sólo sabes que estás cansada de sentirte así. Otras veces es más claro: te sientes desbordada, con ansiedad, con pensamientos que no paran, con la sensación de no poder sola. Si te lo estás preguntando, probablemente ya estés en ese momento.

Sí. La terapia online es igual de profunda que la presencial. Puedes elegir la modalidad que mejor se adapte a ti. En el caso de la terapia online, trabajamos por videollamada desde un espacio tranquilo y con buena conexión.

Cada sesión dura entre 50 y 55 minutos. Es un espacio pensado para que puedas hablar sin prisas.

Es totalmente normal. Te aseguro que lo haremos con delicadeza y respetando los tiempos. Las sesiones no son para revivir el trauma sino para integrarlo poco a poco. Siempre empezamos creando seguridad, y tú decides hasta dónde quieres ir. El enfoque con el que trabajo no va a la herida sin antes construir el refugio.

No hay una duración fija. Hay personas que vienen con un objetivo claro y se sienten mejor en unos meses, otras necesitan un trabajo más profundo. Lo vamos valorando conforme avanzamos. No cuento sesiones, acompaño procesos.

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